La ventaja corresponde al 9% del Producto Interior Bruto (PIB).
Suiza tiene cuatro idiomas nacionales: el alemán es la lengua más hablada, seguido del francés, el italiano y el romanche, un idioma que procede del latín y que sólo es hablado por el 0,5% de la población. El inglés se convirtió en la primera lengua impartida en las escuelas públicas en varios cantones, en particular en la región germano-parlante.
Hasta ahora las lenguas fueron ignoradas por los analistas económicos, señala François Grin, profesor de economía en la Universidad de Ginebra y jefe del proyecto 'Lenguas extranjeras en la actividad profesional' (LEAP, por sus siglas en inglés).
"Creo que con nuestro estudio podemos confirmar que la lengua es una buena inversión desde el punto de vista de la economía, más aun que para el individuo o el Estado", puntualiza.
Financiado por el Programa de Investigación Nacional, el proyecto LEAP pretende desvelar cómo las empresas suizas se aprovechan del plurilingüismo suizo y, en particular, cómo las lenguas generan valor económico y qué impacto tienen en sectores específicos y en el mercado laboral.
"Los resultados encajan con los comentarios de algunos miembros del Gobierno suizo acerca del atractivo de Suiza como lugar de negocio, relacionado con el hecho que la gente domina varias lenguas", recalca Grin.
En el colectivo, las personas suelen utilizar tres, cuatro o cinco lenguas en organizaciones, alega, y esa capacitación contribuye a la producción de valores añadidos y a la ventaja comparativa de Suiza en el ámbito internacional.
"Lo que es interesante es la convergencia entre el resultado económico y nuestra preocupación cultural, política y social por el multilingüismo en Suiza. Nuestro concepto acerca del cuidado de nuestras lenguas nacionales y del inglés, así como del desarrollo de destrezas ulteriores en otros idiomas es algo que hace sentido no solamente política y sociológicamente, sino también desde el punto de vista económico."
Subestimado
Mientras los 46 mil millones representan un resultado bastante grande, Grin lamenta el hecho que algunas compañías no aprecian el valor real de un ambiente laboral multilingüe.
"Es una imagen extremadamente heterogénea", asevera. "Algunas empresas están conscientes de este hecho y se empeñan en hacer todo lo posible, otras, en cambio, descuidan por completo este tema."
El proyecto LEAP se ha realizado sobre la base de información de diferentes bases de datos, entre las cuales figura una que reintegra a 2.500 residentes suizos de distintos sectores comerciales.
Las cuestiones que ha puesto sobre la mesa el proyecto LEAP están relacionadas con un estudio sobre el multilingüismo europeo y la competitividad económica (el estudio ELAN) publicado por la Comisión Europea en febrero de 2007.
El estudio ELAN llegó a la conclusión que el 11% de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) subieron pérdidas en el negocio de exportación por falta de capacidades lingüísticas e interculturales. Sugirió que aumentar la inversión en el desarrollo de las habilidades idiomáticas en todos los países de la Unión Europea (UE) crearía un beneficio económico extenso, especialmente en término de impactos positivos en la productividad de las PYMES y en la exportación.
El informe de la UE también ha confirmado la importancia del inglés como lengua comercial internacional, a la vez que ha demostrado que otras lenguas fueron utilizadas con frecuencia como lenguas intermediarias. En particular, el análisis reveló la necesidad de una gama de otros idiomas si se quiere tener éxito en las relaciones comerciales.
"Existen muchos casos donde el inglés no es suficiente y donde se necesitan más lenguas para ampliar el margen de competitividad. Es muy rentable hacer uso del rico repertorio lingüístico", subraya Grin.
Intensidad lingüística
Los investigadores de la Universidad de Ginebra también presentaron otro aspecto de su estudio este lunes (17.11.), que versa sobre el papel de las lenguas en el negocio diario de una empresa.
Después de haber analizado las respuestas de 205 compañías de la Suiza francófona y germano-parlante, llegaron a la conclusión que la ocurrencia más alta de destrezas lingüísticas se encontró entre los directores y los empleados encargados de la adquisición, y menos entre el personal que dirige las compras.
Otro resultado presentado por los investigadores es que los empleados de empresas grandes disponían generalmente de un nivel más alto en inglés, en comparación con el alemán y el francés; mientras las empresas pequeñas presentaron una imagen contraria.
swissinfo, Simon Bradley
(Traducción del inglés: Antonio Suárez Varela)
1 comentario:
Y nosotros a la greña no dándonos cuenta de nuesta riqueza.
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