miércoles, 1 de octubre de 2008
Inyectar
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso,ha destacado la gravedad de la crisis financiera y considera esencial que la UE haga frente a esta situación de manera coordinada. Barroso apunta que además de inyecciones de liquidez, "hace falta inyectar credibilidad a la economía europea".
Barroso en una rueda de prensa ha afirmado que "es una situación muy delicada que requiere un gran esfuerzo por parte de todos".
En primer lugar la UE debe resolver las "cuestiones urgentes", aunque recalcó que a más largo plazo hay que adoptar cambios legislativos para garantizar la estabilidad y restaurar la confianza en la economía.
Para el presidente del ejecutivo comunitario, ha quedado demostrado que el sistema financiero europeo "resiste", pero también es evidente que "hay dificultades", por lo que "debemos seguir trabajando".
Barroso ha apelado a las autoridades de Estados Unidos para que, de una vez, aprueben el plan de rescate de las entidades financieras. El presidente de la Comisión sostiene que: "EEUU debe asumir su responsabilidad, pues de ello depende su destino y también el nuestro".
Reforzar el control y garantizar los depósitos
De manera coordinada, los gobiernos de los Estados miembros, las instituciones comunitarias y los reguladores y supervisores financieros "deben acelerar los planes de modernización del sistema financiero".
Entre los cambios más necesarios destacan el refuerzo de la normativa europea de supervisión, la adaptación de las reglas de contabilidad para reflejar en los balances el peso de los nuevos instrumentos de inversión, y la mejora de los sistemas de garantía de depósitos.
Acerca de los salarios e indemnizaciones de los ejecutivos, Barroso recordó que Bruselas ya propuso en 2004 abrir una discusión en la UE sobre la cuestión y reiteró que la crisis actual es global y exige, por tanto, una solución pactada a nivel internacional.
En este contexto, valoró la iniciativa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ocupa la presidencia semestral de la UE, de convocar un encuentro internacional en noviembre, con representantes del G8 pero abierta a otros líderes, para definir una respuesta y sentar las bases de un nuevo sistema financiero.
La UE tendrá ocasión de preparar su contribución a esta cumbre en la reunión organizada por Sarkozy esta semana con los cuatro países europeos del G8 -Alemania, Francia, Italia y Reino Unido- y los presidentes del BCE, la Comisión y el Eurogrupo, así como en el Consejo Europeo que reunirá a los Veintisiete los próximos 15 y 16 de octubre.
Via rtve.es
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