La compañía buscó hoy disipar las dudas sobre su futuro, al aclarar que no existe ninguna base que soporte a las especulaciones de que podría buscar la protección por bancarrota. Aún así, la cotización de sus fue suspendida cuando había perdido ya un 21,34%, hasta los u$s 6,01.
"Se renuevan los temores de que Countrywide se declarará en quiebra o tomará alguna acción de incumplimiento de pagos", afirmó a la agencia Reuters el líder de operaciones con opciones de BNY ConvergEx Group en Chicago, Al Greenberg.
Como muchas firmas de préstamos hipotecarios, Countrywide fue arrastrada por la crisis que afecta al mercado de la vivienda. Sus morosidades aumentaron a la vez que bajaron los precios de las propiedades, y el ajuste de los mercados crediticios la llevaron a dejar de entregar muchos de sus préstamos más rentables.
La aversión de los inversionistas por la compra de otras hipotecas que no fueran las más seguras la obligó a pasar créditos a pérdidas en sus libros financieros. El 26 de octubre pasado, Countrywide anotó una pérdida de u$s 1.200 millones en el tercer trimestre.
El presidente ejecutivo Angelo Mozilo había estimado, en ese momento, que Countrywide sería rentable en el cuarto trimestre y que sobreviviría a la crisis de créditos. En agosto, Bank of America Corp inyectó u$s 2.000 millones a la firma, que luego planeó el despido de unos 12.000 empleados (un 20% de su plantilla laboral).
Se espera que Countrywide informe hoy su actividad de préstamos hipotecarios en diciembre, y que reporte a fin de este mes sus resultados del cuarto trimestre.
Via cronista.com
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http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=stocksonmove
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